Dios nos habla

Escuchemos... las voces del Señor....

martes, septiembre 26, 2006

JAIMITO UN NIÑO DE LA CALLE

Recorría las calles de un barrio marginal, por la vereda de tierra y polvo, la suave brisa primaveral rosaba mi cara, a paso tranquilo y firme abanzaba pensativo, miraba las casas y techumbres carcomidas por la pobreza y el tiempo, una mujer en una ventana miraba reflejando ansiedad. Era una combinación de modestas alegrias y de grandes tristezas,seguía vanzando, esquivaba las piedras y tapaba mi vista de los rayos del sol. Era un día distinto y especial, mi ser persivia todos los estimulos que me ofrecía la calle, sentía una sierta satisfacción.
A lo lejos lo divisé, se movía entre el polvo y se dejaba acariciar entre el juego y la inocencia, un bultito aforrado en trapitos andrajosos, moviendose de un lugar a otro emanando sonidos y bocablos de difícil entender. A medida que me asercaba a él la emoción me inundaba y mi respiración se empezaba a agitar. Dejó de moverse y sentó graciosamente en la vereda, sus ropitas viejas y rotas reflejaban la miseria que lo a acompañado desde su nacer, sus manitas sucias las deslizaba torpemente por su cara cubierta de tierra y lodo, su pelo enredado y chascón mal olía, sus pestañas eran largas y onduladas y su nariz parecía un botón, su frente amplia y sus orejas abiertas le daban un toque de humor.
Hola ! ¿cómo te llamas? - Jaimito- me contestó-. y añadio otras palabras de difícil entender.........un nudo en mi garganta se atravezó, la emoción se apoderó de mi cuerpo y mi espiritu.......y con la simpleza de un niño me miró..........¡¡¡¡ Dioss !!.......era la imagen viva del niño abandonado, representa y lleva en sus hombros la pesada carga de la pobreza, esa pobreza de la miseria y la basura, entre enfermedades e infecciones, la pobreza del castigo y del azote, del grito injurioso y del llanto desconsolador, del mal aliento y la mugre en los labios........¡¡¡¡ Dios !!! ¿cómo te a tratado la vida Jaimito? que impotente me sentía frente a esta cruda realidad y seguias hay sentado graciosamente en la vereda sufriendo en silencio, sufriendo en la calle y sufriendo sin culpa.
Dolor !!! si dolor !!! es lo que sentí........su rostro y sus ojos clabaron mi corazón...........Jaimito es nuestro hermanito menor en Cristo y esta sufriendoy es uno de los tantos que hay en el barrio ¿Cuántos habrá asi serca de cada uno de nosotros ? en la calle , el metro, en el campo y en la ciudad? muchos......muchos Jaimitos con la cara sucia gritan de dolor y no los escuchamos, muchos mueren por la maldad del hombre y lo ignoramos, muchos con sus cuerpos desnudos piden vestimenta y no se la damos.........muchos con sus almas vacias ansían amor y no se lo entregamos...............¿y nos quedan mas?........los huerfanos, los enfermos y discapacitados, ....en fin , todos aquellos abandonados por nuestra sociedad.
¿ Que cosas no? muchas veces caminamos placidamente por la vida , nos aceleramos y no escuchamos cuando DIOS NOS HABLA, y hay está , paciente , esperando , tan serca de nosotros y no lo escuchamos ..............Jaimito es CRISTO que espera por TI.............


Jaimito en el año 1989 a la edad de 6 años por ordén de un juez fue separado de su madre la cual lo violentaba fisica y sicologicamente, con cicatrices en su cuerpo y con la marca de una pedrada en su cabeza, fue deribado a una institucion de cuidado de menores.........no supe mas de él.

4 Comments:

At 27/9/06 15:54, Anonymous Anónimo said...

Hola , Mario te felicito por tan bellos mensajes, se que todos son para la grandeza espiritual sigue asi mi amigo, todos son hermosso y no te desanime, vendras dificultades pero lucha amiga nada es facil ,cuando decidimos seguir los caminos del Señor ANIMO AMMIGO un besote desde tu amiga maritza,muaskkkkkkkkkkkkkkkkkkDIOS TE BEDNIGA SIEMPRE EN ESTE CAMINAR, AMEN

 
At 28/9/06 00:07, Blogger Cristian said...

Gracias por compartir esta historia Mario. Sin duda, esa historia de Jaimito, se repite a diario aún.

 
At 28/9/06 19:40, Blogger Semilla said...

¡Hermosa historia! Y Precioso blog! Sabes, hoy cada día me encuentro con nuevos blogs que hablan de Dios... unos mejores que otros, pero siempre me sucede que me emociono. Me emociona saber que aun a través de este medio, en apariencia tan frío, El es el buen pastor... y busca a sus ovejas, incluso en Internet...
PD: Amigo, no te enojes, ni te sientas mal por esta petición que te hago, es con mucho cariño que te pido esto: por fis usa corrector ortográfico, se puede, solo busca la forma, ya se te ocurrirá algo (El se merece que hagas ese esfuerzo)
Te quiero mucho
Dios te bendiga (seguiré visitándote)

 
At 21/10/06 16:48, Anonymous Anónimo said...

Estimado Mario, yo publico mis cosas en Catholic Net, Foros de Discusión: Familias Católicas bajo el nick Omar_Perú, de ahí extraigo este texto:

...Era una noche extremadamente fría. Me pusé una chompa de lana y sobre ella una casaca de cuero, y así salí a enfrentar la calle, aunque estaba bien protegido sentía que el frío traspasaba todo aquel abrigo, como una espada de hielo que cortaba hasta mis huesos.

Ya en el paradero se me acercó una niñita de unos tres años a ofrecerme caramelos, yo no tenía una moneda pequeña para darle, así que le di una moneda regular. Y la niña se fue contenta con la moneda entre sus manos. Yo seguí fumando mi cigarrillo y pensaba: Acaso habré hecho mal en darle una moneda a esta niña? Será acaso que esta monedita la protegerá del frío? o calmará su hambre?? o más aún, le dará el amor que ella necesita???

Así que la seguí con la mirada y grande fue mi sorpresa cuando la vi con otro niñito, más pequeño que ella, que mordía insistentemente una manzana sin poder atravezarla con sus dientes. Me acerqué más a ver quien cuidaba a estos dos pequeños y era un niño de unos doce años, que solo estaba vestido por un polito manga corta.

Le pregunté hasta qué hora pensaban quedarse ahí, y me dijo que en cuanto terminen de vender lo que tenían, se irían. Pero era invisibles para las personas.

Lo dudé un minuto. Pero al fin les dije: Vamos a comer una hamburguesa... Y los llevé a comer, les dije pidan lo que deseen y el chico me constestó: lo que Usted diga está bien... Así que pedí hamburguesas para todos, les pregunté qué iban a tomar, y la niña emocionada pidió una gaseosa (soda), les serví a todos, les puse sus platitos, le di el pan en la boca y le limpié la carita que se le manchaba con las cremas.

Comimos y nos reimos un buen rato, hasta que llegó un cuarto niño, este se había mojado el pantalón, porque se había ido a buscar un baño y seguramente no lo había encontrado, por que tenía un olor desagradable. Pero aquel olor desagradable, era el olor de Dios, así que lo invité a sentarse con nosotros, y yo con ellos, en medio.

Pronto aquel mal olor se me olvidó de la cabeza, pero los que estaban en las otras mesas comenzaron a levantarse de sus asientos, a poner cara de asco y a retirarse mortificados. Yo ví sus rostros de asco para con estos pobres niños de Dios, y no pude comprenderlo: le dije a una que se iba, "no puedes hacer esto, son niños de Dios!!!" casi en tono suplicante!

Finalmente nos marchamos. Pero antes de irnos le pregunté al niño mayor su nombre. Y me dijo: Me llamo Jesús...

Tuve que marcharme pronto para ocultar mi llanto, todo el camino estuve pensando, nadie quiere a Jesus porque es pobre, porque está lleno de mocos, porque pide limosna en la calle, nadie quiere a Jesús, le tienen asco, yo mismo cuantas veces he pasado a su lado sin fijarme en él siquiera para darle una mirada.

Mi pobre Jesús está en calle, como un niño pobre, sintiendo frío, pero saben? Aceptaba tan contento cualquier cosa que le daba "lo que Usted diga está bien...", así es Jesús, es mi Dios y a la vez es un mendigo!

Aún ahora, cada vez que recuerdo que mi Señor está afuera, como un pobre y nadie puede verlo, no puedo reprimir las lágrimas...

El amor no es amado, el amor no es amado, el amor no es amado... Este pensamiento martillea mi cabeza, no me deja en paz, me hace buscarlo con desesperación, yo quiero Jesús amarte, al menos yo, quiero acompañarte.

Yo soy un pésimo cristiano, siempre ando de caídas en caídas, me doy vergüenza de mi mismo porque soy tan debil, aunque me esfuerzo al máximo, siempre llega un momento en que igual caigo... Y de esa manera le ofendo a Dios, que es un niño pobre que nunca se defiende, a quien le hieren todos mis pecados, y aunque le duelen, cuando me vuelvo hacia su mirada me sonríe, aunque su rostro aún esté sangrante por mi última torpeza!

Y ayer mi Dios me mostró nuevamente lo insondable de su amor, me dijo: Omar, estoy vivo! Siempre estoy contigo! ¿qué haces buscando más amor que el mío?

He escrito todo esto, para que alguno de ustedes quiera regalarse a sí mismo, este regalo precioso que es conocer a Jesús vivo. Si abrimos un poquito los ojos del alma, lo encontraremos en cada esquina, brindandonos la oportunidad de amarlo, como un mendigo.

El amor no es amado. Francisco de Asis, recién te comprendo.
_________________
Abrazos,

Omar
Así que la seguí con la mirada y grande fue mi sorpresa cuando la vi con otro niñito, más pequeño que ella, que mordía insistentemente una manzana sin poder atravezarla con sus dientes. Me acerqué más a ver quien cuidaba a estos dos pequeños y era un niño de unos doce años, que solo estaba vestido por un polito manga corta.

Le pregunté hasta qué hora pensaban quedarse ahí, y me dijo que en cuanto terminen de vender lo que tenían, se irían. Pero era invisibles para las personas.

Lo dudé un minuto. Pero al fin les dije: Vamos a comer una hamburguesa... Y los llevé a comer, les dije pidan lo que deseen y el chico me constestó: lo que Usted diga está bien... Así que pedí hamburguesas para todos, les pregunté qué iban a tomar, y la niña emocionada pidió una gaseosa (soda), les serví a todos, les puse sus platitos, le di el pan en la boca y le limpié la carita que se le manchaba con las cremas.

Comimos y nos reimos un buen rato, hasta que llegó un cuarto niño, este se había mojado el pantalón, porque se había ido a buscar un baño y seguramente no lo había encontrado, por que tenía un olor desagradable. Pero aquel olor desagradable, era el olor de Dios, así que lo invité a sentarse con nosotros, y yo con ellos, en medio.

Pronto aquel mal olor se me olvidó de la cabeza, pero los que estaban en las otras mesas comenzaron a levantarse de sus asientos, a poner cara de asco y a retirarse mortificados. Yo ví sus rostros de asco para con estos pobres niños de Dios, y no pude comprenderlo: le dije a una que se iba, "no puedes hacer esto, son niños de Dios!!!" casi en tono suplicante!

Finalmente nos marchamos. Pero antes de irnos le pregunté al niño mayor su nombre. Y me dijo: Me llamo Jesús...

Tuve que marcharme pronto para ocultar mi llanto, todo el camino estuve pensando, nadie quiere a Jesus porque es pobre, porque está lleno de mocos, porque pide limosna en la calle, nadie quiere a Jesús, le tienen asco, yo mismo cuantas veces he pasado a su lado sin fijarme en él siquiera para darle una mirada.

Mi pobre Jesús está en calle, como un niño pobre, sintiendo frío, pero saben? Aceptaba tan contento cualquier cosa que le daba "lo que Usted diga está bien...", así es Jesús, es mi Dios y a la vez es un mendigo!

Aún ahora, cada vez que recuerdo que mi Señor está afuera, como un pobre y nadie puede verlo, no puedo reprimir las lágrimas...

El amor no es amado, el amor no es amado, el amor no es amado... Este pensamiento martillea mi cabeza, no me deja en paz, me hace buscarlo con desesperación, yo quiero Jesús amarte, al menos yo, quiero acompañarte.

Yo soy un pésimo cristiano, siempre ando de caídas en caídas, me doy vergüenza de mi mismo porque soy tan debil, aunque me esfuerzo al máximo, siempre llega un momento en que igual caigo... Y de esa manera le ofendo a Dios, que es un niño pobre que nunca se defiende, a quien le hieren todos mis pecados, y aunque le duelen, cuando me vuelvo hacia su mirada me sonríe, aunque su rostro aún esté sangrante por mi última torpeza!

Y ayer mi Dios me mostró nuevamente lo insondable de su amor, me dijo: Omar, estoy vivo! Siempre estoy contigo! ¿qué haces buscando más amor que el mío?

He escrito todo esto, para que alguno de ustedes quiera regalarse a sí mismo, este regalo precioso que es conocer a Jesús vivo. Si abrimos un poquito los ojos del alma, lo encontraremos en cada esquina, brindandonos la oportunidad de amarlo, como un mendigo.

El amor no es amado. Francisco de Asis, recién te comprendo.

 

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